Diario de Burgos
Jesús de la Gándara

La columnita

Jesús de la Gándara


Lenguas e idiomas

09/10/2023

Digo yo que para qué traducirlo, si la mayor parte del tiempo ni lo escuchan, ni les interesa lo que otros digan. Como mucho lo escuchan las de su propio partido y estas no necesitan traducción. Aunque, según Raúl Urbina, experto en la materia, no son traducciones, son interpretaciones, y eso requiere una gran pericia e implica una mayor subjetividad al trasladarlo. Es más difícil ser fieles al captarlo, traducirlo y transmitirlo, y luego queda captarlo e interpretarlo de nuevo. Tres personas, tres cerebros, tres lenguas implicadas en la tarea, es imposible que no se distorsione algo en el camino. Incluso puede haber una interferencia entre el sonido directo y el del auricular. Y, a mayores, a poco que se le preste un poco de atención se entiende todo sin necesidad de interpretarlo. Por si alguien aún no sabe de qué hablo, es del uso de las lenguas o idiomas cooficiales por sus Señorías en el Congreso y el Senado. 

Y es que en ese pequeño detalle es donde radica el problema, la confusión entre idiomas y lenguas. La Constitución habla de lenguas, palabra que es una metonimia, un desplazamiento, ya que se refiere al órgano anatómico con el que comemos y hablamos, el cual interviene escasamente en el idioma. En sus orígenes latinos lingua significaba lamer y cuchara, es decir compartir cuidados y alimentos. Pero idioma deriva del griego idios, que significa propio y especial, es decir, la realización de lo propio. Luego sus Señorías al esgrimir sus lenguas e idiomas lo que hacen es promover sus propios objetivos relamiéndose entre sus iguales, no compartiéndolos con los diferentes, que es la esencia de nuestra Constitución. 

Las lenguas e idiomas son el mayor invento de la humanidad, pero tanto sirven para comunicarse con los semejantes como para incomunicarse con los disímiles, y este es un uso perverso por parte de esas personas que deberían promover la solidaridad, la justicia, la convivencia y el bien común. 

Lo único bueno que veo en este dislate es que algunas personas venderán sus tecnologías de sonido y otras sus habilidades lingüísticas, aunque no creo que ninguna de ellas alcance a disfrutar siquiera de las dietas que cobran sus Señorías por estar distraídamente sentadas sin prestarle atención al proceso.