Diario de Burgos

La no Iglesia toma Belorado

P.C.P. / Belorado
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Las clarisas se echan en brazos de una secta tras una fallida compraventa de conventos. El arzobispo de Burgos niega responsabilidad en esas operaciones y confirma que investigan a la comunidad por un delito canónico de cisma desde el 24 de abril

Todos los caminos que llevan a Roma pasan desde ayer por Belorado, cuya comunidad clarisa ha hecho temblar los cimientos de la Iglesia Católica al anunciar que deja su seno para ponerse bajo la tutela de la secta de un falso obispo, Pablo de Rojas, excomulgado en 2019 por el entonces responsable de la Diócesis de Bilbao y hoy arzobispo de Burgos, Mario Iceta.

Como trasfondo de este cisma, que desde el 24 de abril investiga como delito canónico con la aprobación de la Santa Sede, subyace una operación fallida de compraventa de monasterios en el País Vasco con terceros involucrados, en la que las Diócesis de Burgos, Vitoria y Bilbao niegan cualquier implicación, y el fin del mandato de la que durante años ha sido la abadesa, sor Isabel de la Trinidad, quien iba a ser apeada del cargo a final de mes.

Las religiosas -famosas desde que participaran en Madrid Fusión en 2016 y con un boyante negocio de venta de trufas y chocolates- cerraron el domingo la subsede del Monasterio de Orduña (Vizcaya), donde tienen una población «flotante» de 3 o 4 religiosas, y se atrincheraron en el Convento de Nuestra Señora de la Bretonera, acompañadas por «familiares y amigos», además de varios autodenominados sacerdotes de la secta conocida como Pía Unión de San Pablo Apóstol, que se considera a sí misma la verdadera iglesia de Cristo y se refiere como «herejes y usurpadores» a todos los papas entre Juan XXIII y Francisco.

Este hombre, vestido como sacerdote e identificado como don José, aseguró que ayer celebraron misa.Este hombre, vestido como sacerdote e identificado como don José, aseguró que ayer celebraron misa. - Foto: Alberto Rodrigo

El explosivo comunicado emitido por la comunidad clarisa y otro texto más largo, denominado Manifiesto Católico, comenzaron a circular por los whatsapp de sacerdotes y católicos cuando muchos se preparaban para al Rosario de la Aurora. En el primero, sor Isabel se declara víctima de una «persecución» y acusa a los «pastores», sin mencionar a nadie, de poner «palos de rueda» a la comunidad «en todos los frentes: su fama y su avance, sus decisiones, sus trabajos, sus mayores, sus familiares y, al fin, su vida y su sosiego», enumera.

A continuación, culpa a Roma de no querer concederles «licencia de venta del convento de Derio (probablemente seguirá en el despacho de D. Mario Iceta y de la M. Presidenta hasta el fin de los tiempos...)» y de no permitirles «cumplir con los pagos» del Monasterio de Orduña y rescindir el contrato de compraventa «sin previo aviso» después de tres años.

«Esto de las propiedades debe ser muy goloso para algunos, ya que aparece como telón de fondo de artimañas de las que hemos sido objeto estos años. Es un modus operandi, desmontar comunidades «de línea tradicional» y quedarse con sus inmuebles para venderlos. Hemos conocido ya bastantes casos», y cita el de la localidad riojana de Arnedo.

El arzobispo de Burgos, Mario Iceta, acompañado de cargos de su diócesis y de la de Vitoria, refutó por la mañana esas acusaciones. «En las transacciones de monasterio a monasterio los arzobispados y obispados no tienen nada que ver», aunque sí dan su parecer.

Según los datos facilitados por la Diócesis, la comunidad procedente de Derio (Vizcaya) se estableció en Orduña en 2020, año en el que la comunidad de Belorado firmó con la de Vitoria un acuerdo de compra-venta por 1,2 millones de euros, con una mora de dos años. En ese momento, entregaron 100.000 euros y se comprometieron a realizar pagos semestrales de 75.000 euros, el primero de ellos a fecha 1 de noviembre de 2022. Sin embargo, no han abonado ninguno de ellos, por lo que la comunidad alavesa le citó ante un notario para rescindir el contrato de compraventa (...).

(Más información sobre este contencioso inmobiliario, sobre la versión del Arzobispado de Burgos, sobre la actividad ayer en el convento beliforano y sobre la presencia del obispo excomulgado, así como varias fotografías, en la edición impresa de este martes de Diario de Burgos o aquí)